El subdirector del FBI, Dan Bongino, señaló que Robinson mantenía una “obsesión digital” con Kirk.
El caso del asesinato de Charlie Kirk, figura central del activismo conservador en Estados Unidos, dio un giro con la aparición de un supuesto mensaje de confesión. Según reveló The Washington Post, Tyler Robinson, de 22 años, habría reconocido ser el autor del ataque en un chat de Discord la misma noche en que fue capturado.
“Fui yo en UVU ayer, lo siento por todo esto. Me voy a entregar en unos minutos”, escribió presuntamente a un grupo de conocidos. Dos horas después, se entregó a las autoridades en Utah, acompañado por su padre, quien lo reconoció en las imágenes difundidas por el FBI tras una intensa búsqueda de 33 horas.
El propio director del FBI, Kash Patel, confirmó que Robinson había enviado mensajes a otro contacto anticipando su intención de atacar a Kirk, motivado, según dijo, por el odio hacia sus ideas políticas. La investigación apunta a que el sospechoso actuó por razones ideológicas, inmerso en comunidades virtuales con inclinaciones de izquierda y subculturas digitales, como la de los “furries”.
Las pistas halladas refuerzan esta narrativa. El rifle de caza calibre .30-06 con el que Kirk fue asesinado contenía inscripciones que combinaban referencias a consignas pro-trans y un meme de Internet popular entre círculos “furry”. Para los investigadores, se trata de una muestra de cómo la radicalización política puede mezclarse con códigos culturales de nicho en la red.
El perfil de Robinson ha resultado inquietante. Vivía en St. George con su pareja, una persona transgénero que coopera con la investigación y asegura no haber sabido nada del plan. Sin embargo, familiares de esa pareja sostienen que la relación pudo haber influido en su radicalización. “Odiaba a conservadores y cristianos”, declaró uno de ellos a Fox News Digital.
El gobernador de Utah, Spencer Cox, calificó al sospechoso como “profundamente adoctrinado con ideología de izquierda”, aunque no estaba afiliado a ningún partido. Mientras tanto, el subdirector del FBI, Dan Bongino, señaló que Robinson mantenía una “obsesión digital” con Kirk, lo que refuerza la tesis de un ataque motivado por razones políticas.
Robinson permanece bajo custodia sin derecho a fianza en la cárcel del condado de Utah, enfrentando siete cargos graves, incluyendo asesinato agravado, obstrucción a la justicia y disparo ilegal de un arma de fuego. Durante su primera comparecencia ante el tribunal, realizada de forma virtual el 16 de septiembre, Robinson se mostró inexpresivo y vestía un chaleco de prevención de suicidios. Confirmó su nombre, pero hasta ahora se ha negado a cooperar con los investigadores. La fiscalía ha anunciado su intención de solicitar la pena de muerte.
Más allá del caso judicial, el episodio reaviva el debate sobre el poder corrosivo de ciertos espacios en línea: entornos donde ideología, fanatismo y humor oscuro se entrelazan hasta convertir el odio en acción violenta.



