El cierre de gobierno pone en riesgo un programa vital de asistencia alimentaria para siete millones de familias

Los estados enfrentan ahora una difícil decisión: financiar temporalmente el WIC con recursos propios, a la espera de un eventual reembolso federal.

El cierre del gobierno federal de Estados Unidos amenaza con paralizar uno de los programas más antiguos y eficaces de apoyo nutricional: el WIC (Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños). Este programa, que desde hace medio siglo brinda alimentos saludables a casi siete millones de mujeres embarazadas, madres recientes y niños menores de cinco años, podría quedarse sin fondos en una o dos semanas si el Congreso no aprueba un nuevo presupuesto.

Con un presupuesto anual de 8,000 millones de dólares, el WIC proporciona vales para fórmulas infantiles, frutas y verduras frescas, leche baja en grasa y otros productos básicos que suelen ser inaccesibles para los hogares de bajos ingresos. Su impacto ha sido comprobado: ha contribuido a reducir la mortalidad infantil, mejorar el peso al nacer y aumentar las tasas de vacunación.

Sin embargo, la falta de un acuerdo político ha dejado al programa al borde del colapso. Los estados enfrentan ahora una difícil decisión: financiar temporalmente el WIC con recursos propios, a la espera de un eventual reembolso federal, o suspender su operación. Connecticut ha prometido cubrir todos los costos, mientras que Mississippi mantiene los beneficios para quienes ya están inscritos, pero suspendió nuevas solicitudes. En Washington D.C., donde un tercio de los bebés dependen del WIC, las autoridades admiten que no cuentan con fondos para sostenerlo.

Por ahora, el programa sobrevive gracias a un fondo de emergencia de 150 millones de dólares, que los expertos advierten podría agotarse rápidamente si el cierre se prolonga. El líder republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, responsabilizó a los demócratas por la parálisis presupuestaria, acusándolos de poner en riesgo los mismos programas sociales que dicen defender.

El cierre coincide con el inicio del nuevo año fiscal, un momento en que miles de programas federales requieren aprobación de fondos para continuar operando. Entre los más afectados están también los más de 140,000 niños sin hogar en el sistema escolar de Nueva York, quienes dependen de subsidios federales para su alimentación.

Incluso si se reabre el gobierno, el futuro del WIC sigue siendo incierto. 

Así, un cierre que comenzó como una disputa política amenaza con impactar en los estómagos, y en el futuro de millones de niños y madres que dependen del WIC para tener una alimentación mínima y saludable.

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