La estrategia de Trump podría generar una recaudación adicional estimada en 400 mil millones de dólares al año.
Torsten Sløk, economista jefe de Apollo Global Management, reconocido por su crítica frontal a los aranceles del presidente Trump a inicios de este año, ha cambiado drásticamente de postura. En un análisis reciente, admite que la estrategia arancelaria de Trump podría haber sido más ingeniosa y calculada de lo que muchos pensaban.
A finales de abril, Sløk advirtió que la escalada arancelaria estadounidense con China y otros socios comerciales amenazaba con desencadenar una recesión a mediados de año. Destacó un impacto negativo sobre las pequeñas y medianas empresas, interrupciones en las cadenas de suministro y posibles despidos ⎯un diagnóstico que encendió alarmas en Wall Street .
Sin embargo, ahora propone un giro estratégico: mantener un arancel del 30 % sobre productos chinos, pero aplicar sólo 10 % a importaciones del resto de países, acompañando esta medida de un plazo de 12 meses para que los países reduzcan barreras no arancelarias y liberen el comercio.
Según Sløk, esta fórmula permitiría reducir la incertidumbre en las decisiones empresariales, estabilizar los mercados laborales y financieros, todo ello mientras se genera una recaudación adicional estimada en 400 mil millones de dólares al año. “Tal vez la administración nos haya superado a todos”, concluye en su artículo.
El economista subraya que este enfoque ofrece una “victoria para el mundo”: los socios comerciales se conformarían con un arancel moderado del 10 %, mientras que la tesorería federal recibiría un significativo impulso fiscal sin elevar la presión impositiva interna.
Trump anunció recientemente un acuerdo comercial con China, cuya letra pequeña aún no se ha divulgado públicamente. Además, el plazo de 90 días para suspender los aranceles a varios aliados vencerá en julio, lo que ha generado una intensa ronda de negociaciones con al menos 18 países —incluyendo la UE, Japón, India, Vietnam, Malasia y el Reino Unido— para redefinir cuotas y condiciones.
No obstante, los analistas advierten que sellar acuerdos sustanciales en esta ventana sería inusual y que lo más probable es que el plazo se extienda hasta septiembre, a fin de evitar una vuelta abrupta de los gravámenes antes de concluir las negociaciones.
En resumen, si bien la estrategia arancelaria de Trump sacudió en su momento la economía y provocó temores de recesión, el reciente giro conceptual de Sløk, planteando un modelo controlado y rentable para el fisco, abre un debate clave: ¿fue Trump más astuto de lo que se le dio crédito al principio?



