El contrato forma parte de un esfuerzo más amplio del Pentágono por incorporar tecnologías emergentes a sus operaciones.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos firmó un contrato con xAI, la empresa de inteligencia artificial fundada por Elon Musk, por un monto máximo de $200 millones. El acuerdo permitirá a agencias gubernamentales de distintos niveles utilizar Grok, el modelo de lenguaje desarrollado por la compañía, como parte de una estrategia federal para integrar tecnologías de IA en áreas clave como defensa, salud, servicios públicos y ciencia.
La iniciativa fue anunciada esta semana por xAI a través de la red social X, también propiedad de Musk, donde presentó su nueva línea de productos: Grok for Government. Según la compañía, esta suite ofrecerá acceso a herramientas de inteligencia artificial “de frontera” para entidades federales, estatales y locales, con aplicaciones que van desde la mejora de procesos administrativos hasta el desarrollo de soluciones científicas avanzadas.
“Bajo el paraguas de Grok for Government, pondremos a disposición de nuestros clientes gubernamentales todas nuestras herramientas de IA de clase mundial”, señaló xAI en un comunicado. La empresa aseguró que su objetivo es contribuir a que los servicios públicos sean más ágiles y eficientes, al tiempo que se impulsa la innovación en sectores críticos.
El contrato forma parte de un esfuerzo más amplio del Pentágono por incorporar tecnologías emergentes a sus operaciones. La Oficina de Inteligencia Artificial y Digital del Departamento de Defensa, responsable de establecer los estándares de IA dentro del gobierno, también adjudicó contratos a compañías como Anthropic, Google y OpenAI, en una clara señal de que la competencia por el liderazgo en inteligencia artificial se traslada ahora también al sector público.
Douglas Matty, jefe de inteligencia artificial del Pentágono, indicó en un comunicado que la adopción de estas tecnologías está “transformando la capacidad del Departamento para apoyar a nuestros efectivos y mantener una ventaja estratégica sobre nuestros adversarios”.
Sin embargo, Grok ha estado recientemente bajo escrutinio. El chatbot generó respuestas con contenido antisemita, lo que llevó a xAI a eliminar las publicaciones. La compañía afirmó que el problema no se originó en el modelo principal, aunque el incidente reavivó el debate sobre los riesgos del uso institucional de sistemas de IA sin supervisión adecuada.
Pese a las controversias, el contrato representa un paso clave para xAI, que busca posicionarse como un competidor directo en un mercado dominado hasta ahora por firmas como OpenAI. Con este acuerdo, la empresa de Musk se suma al reducido grupo de proveedores de inteligencia artificial autorizados a colaborar con el gobierno federal en proyectos de alto impacto.
