El nuevo enfoque también afecta a las personas intersexuales, cuyo tratamiento hormonal puede ser necesario tras cirugías no consensuadas en la infancia.
El Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos anunció que dejará de ofrecer tratamiento para la disforia de género, incluyendo la terapia hormonal para pacientes que no estuvieran ya en tratamiento. La medida, justificada por la administración bajo la orden ejecutiva “Defendiendo a las Mujeres” de Donald Trump, representa un giro drástico en la atención a veteranos trans e intersexuales.
Aunque el Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos estima que decenas de miles de los nueve millones de veteranos a su cargo se identifican como trans, el comunicado oficial asegura que los coordinadores de atención LGBTQ+ seguirán en sus puestos. Sin embargo, activistas y personal médico dentro del sistema temen que el recorte sea más profundo. “Es indignante”, dijo un trabajador del VA a Mother Jones. “No entiendo cómo pueden decidir qué podemos tratar y qué no.”
La nueva política no solo interrumpe la terapia hormonal para quienes no la iniciaron antes del cambio, sino que también elimina el respaldo institucional a cirugías de afirmación de género, como las cartas de apoyo que antes ofrecía el Departamento de Asuntos de Veteranos. Además, revoca formalmente la Directiva 1341(4), que establecía estándares de atención respetuosa para personas trans e intersexuales. Ese documento ya no está disponible en el sitio web del Departamento de Asuntos de Veteranos.
Un memorando interno, filtrado semanas antes y luego publicado oficialmente tras una investigación de NPR, dejó en evidencia la intención del departamento de eliminar las protecciones establecidas en 2018. En su lugar, el Departamento de Asuntos de Veteranos afirma que los fondos —estimados entre 2.4 y 8.4 millones de dólares anuales, apenas un 0.04% del presupuesto sanitario militar— se redirigirán al tratamiento de veteranos paralizados y amputados.
El nuevo enfoque también afecta a las personas intersexuales, cuyo tratamiento hormonal puede ser necesario tras cirugías no consensuadas en la infancia. “Me quitaron los testículos al nacer y me dejaron sin hormonas durante años”, contó la activista intersexual Alicia Roth Weigel a NPR. Aun así, el Departamento de Asuntos de Veteranos no ha definido cómo manejará ahora estos casos. Tampoco ha aclarado qué se considera “terapia hormonal cruzada” para personas intersexuales, dado que los niveles hormonales varían naturalmente entre individuos, independientemente de su sexo asignado al nacer.
El personal médico teme que esta ambigüedad genere caos clínico. En teoría, nada cambia para los pacientes intersexuales. Pero en la práctica, lo único que hay es confusión. El futuro del cuidado de veteranos intersexuales sigue, por ahora, en un limbo administrativo.



