El argumento estadístico favorecía a Kirk sin cuestionamientos.
En tiempos donde las métricas reinan, uno pensaría que los premios defensivos de MLB se definirían con precisión quirúrgica. Sin embargo, el Guante de Oro 2025 dejó una interrogante difícil de ignorar: ¿cómo es posible que Alejandro Kirk, receptor de los Toronto Blue Jays, no haya ganado?
La decisión favoreció al novato Dillon Dingler de los Detroit Tigers, un jugador con una gran campaña defensiva. Pero cuando se comparan los datos, la conclusión parece evidente: Kirk fue superior casi en todo.
Según Baseball Savant, el mexicano acumuló veintidós puntos en Fielding Run Value, la métrica que estima las carreras evitadas por un defensor. Fue el segundo mejor de toda la liga y el mejor en la Liga Americana. Dingler terminó con doce. La diferencia no es marginal, es abismal. Kirk destacó especialmente en los elementos más técnicos de la posición: lideró en Bloqueos por Encima del Promedio, Catcher Blocking Runs y Catcher Framing Runs, además de sumar más carreras defensivas salvadas que figuras reconocidas como el campocorto Bob Witt Jr.
El argumento estadístico favorecía a Kirk sin cuestionamientos. Aun así, los votantes premiaron a un prometedor recién llegado. Dingler fue sobresaliente en bloqueos, robos frustrados y framing, lo que explica su consideración. Pero la temporada de Kirk parecía destinada a coronarse. No sucedió.
Más allá de los números, la historia personal añade un matiz atractivo. A primera vista, su figura baja y robusta no encaja con la silueta atlética que muchos imaginan detrás del plato. Sin embargo, esta percepción ha quedado desmentida año tras año. Kirk ha evolucionado hasta convertirse en uno de los receptores más valiosos defensivamente, no por sus cualidades físicas sino por inteligencia táctica, manos firmes y capacidad para convertir lanzamientos difíciles en strikes favorables.
La historia reciente de los Blue Jays está llena de episodios similares. John Olerud, Carlos Delgado, José Bautista y Dave Stieb forman parte del grupo de figuras que parecían destinadas a premios que nunca llegaron. Ahora el nombre de Kirk se suma a esa lista.
Para Toronto, la conclusión es amarga. Las métricas respaldaron a su receptor como el mejor defensor de la liga. Aun así, la votación tomó otro rumbo. La temporada dejó claro que Alejandro Kirk ya juega al nivel de los mejores. Solo falta que los votantes lo vean con la misma claridad.
