La decisión se amplificó cuando Brendan Carr, presidente de la FCC, afirmó que había un “caso sólido” para sancionar a Disney y ABC.
La televisión estadounidense sumó otro episodio a la tensión política que atraviesa el país. La cadena ABC anunció la suspensión indefinida de Jimmy Kimmel Live! después de que el comediante hiciera comentarios polémicos sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, ocurrido la semana pasada en Utah. La medida llegó tras la presión de Nexstar Media Group, dueña de decenas de filiales de ABC, y en medio de advertencias de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) sobre la posibilidad de revisar la licencia de transmisión de la cadena.
Durante su monólogo, Kimmel sugirió que Tyler Robinson, acusado de disparar contra Kirk en la Utah Valley University, estaba vinculado con el movimiento MAGA de Donald Trump. “El MAGA gang hace lo imposible para pintar a este muchacho como algo distinto a uno de ellos y sacar rédito político del caso”, dijo el presentador, conocido por su postura crítica hacia Trump y el trumpismo.
Las palabras encendieron un fuego político. Andrew Alford, presidente de la división de radiodifusión de Nexstar, calificó las declaraciones como “ofensivas e insensibles” en un momento delicado para el debate nacional. La empresa, que actualmente busca aprobación para una fusión multimillonaria con Tegna, decidió retirar el programa de su programación local “en defensa del interés público”. ABC, filial de Disney, siguió la misma línea horas después.
El golpe se amplificó cuando Brendan Carr, presidente de la FCC, afirmó que había un “caso sólido” para sancionar a Disney y ABC, sugiriendo que la cadena podría perder su licencia si no actuaba contra Kimmel. “Podemos hacerlo por las buenas o por las malas”, advirtió en una entrevista con un podcaster conservador.
La decisión de suspender el programa se produce en un ambiente mediático cada vez más hostil hacia los presentadores nocturnos que han usado sus espacios para criticar abiertamente a Trump. CBS ya anunció la cancelación del show de Stephen Colbert para el final de esta temporada, oficialmente por motivos financieros, aunque persisten dudas sobre si su postura política influyó en la decisión.
El episodio refleja la creciente tensión entre entretenimiento, política y medios de comunicación en Estados Unidos. La suspensión de Kimmel es vista por algunos como una reacción necesaria frente a comentarios considerados inapropiados en un momento de duelo nacional, mientras que otros advierten que podría sentar un precedente preocupante para la libertad de expresión en la televisión abierta. En medio de un clima político marcado por la polarización y la presión sobre las cadenas para alinearse con distintas sensibilidades, el caso reabre la discusión sobre cuál debe ser el papel de los programas nocturnos: si limitarse al entretenimiento o seguir siendo un espacio de crítica y debate social.



