Los puertos de California sienten la presión en medio de la reconfiguración del comercio global

Reducción en el tráfico, recortes laborales e incertidumbre golpean a los centros logísticos del estado mientras las tensiones comerciales y las políticas arancelarias redefinen las cadenas de suministro.

Los principales puertos de California atraviesan una desaceleración notable en su actividad, a medida que las dinámicas del comercio internacional siguen cambiando debido a aranceles renovados y una reconfiguración más amplia de las cadenas de suministro. Muchos de estos cambios tienen su origen en esfuerzos pasados de Estados Unidos por corregir desequilibrios comerciales con China y proteger sectores estratégicos.

Los puertos de Los Ángeles, Long Beach y Oakland, que en conjunto manejan más del 40% de las importaciones marítimas del país, han reportado una baja significativa en el tráfico de embarcaciones desde abril, cuando se anunciaron nuevos aranceles sobre productos chinos como parte de una estrategia para fortalecer la industria y el empleo estadounidense.

En el Puerto de Long Beach, el director ejecutivo Mario Cordero señaló que la cantidad de cancelaciones de buques ya supera los niveles observados durante la pandemia del COVID-19. En Los Ángeles, el director ejecutivo Gene Seroka reportó 17 cancelaciones de buques en mayo, comparadas con 12 en el mismo período del año anterior. En Oakland, se registró una caída del 15% en el volumen mensual de contenedores, la disminución más pronunciada del año.

Los sindicatos laborales de los puertos también alertan sobre el impacto en el empleo. Gary Herrera, del sindicato ILWU Local 13, indicó que los trabajadores de tiempo completo han visto reducidas sus horas laborales, mientras que muchos trabajadores de medio tiempo no están recibiendo turnos.

Aunque recientemente un tribunal federal de comercio internacional cuestionó el alcance legal de ciertas tarifas impuestas en años anteriores, se espera que el debate legal y político continúe, especialmente mientras surgen nuevas amenazas arancelarias a nivel global.

Más allá de los puertos, la desaceleración afecta a industrias relacionadas. Transportistas y trabajadores de almacenes también han visto sus jornadas recortadas. Según Eric Tate, del sindicato Teamsters Local 848, algunos camioneros solo están trabajando uno o dos días a la semana. “Todos están intentando aguantar hasta que vuelva el tráfico”, comentó.

A pesar de una reducción temporal de 90 días en algunos aranceles sobre importaciones chinas, la incertidumbre se mantiene alta. Stephanie Magnien Rockwell, jefa de gabinete del Puerto de Los Ángeles, señaló que las represalias arancelarias también han afectado a los exportadores de California, especialmente en el sector agrícola.

Aun así, hay señales de una posible estabilización. El Puerto de Oakland espera menos cancelaciones en junio, y algunos expertos comerciales creen que las empresas están comenzando a adaptarse al nuevo entorno. Sin embargo, el impacto económico de los puertos californianos, como los $84.4 mil millones en contribuciones regionales del Puerto de Long Beach en 2023, implica que cualquier interrupción prolongada puede tener efectos económicos de largo alcance.

Mientras Estados Unidos redefine sus prioridades comerciales y fortalece sus cadenas de suministro, los puertos del estado y las miles de personas que dependen de ellos enfrentan un periodo desafiante y, posiblemente, transformador.

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