Medicaid se transforma en el marco del gran paquete legislativo aprobado por Trump

La norma establece un requisito de 80 horas mensuales de actividad para ciertos beneficiarios, con el objetivo de fomentar la autosuficiencia, reducir el fraude y proteger los recursos del sistema.

El innovador paquete de gasto conocido como “One Big, Beautiful Bill” incorpora una reforma ponderada al programa Medicaid con el objetivo de preservar su sustentabilidad y garantizar que quienes realmente dependen de él sigan recibiendo atención.

La medida central introduce un requisito de 80 horas mensuales de trabajo, voluntariado o estudio para adultos sin hijos a cargo y en edad laboral. Su propósito es fomentar la dignidad y la independencia personal, haciendo que aquellos capaces de contribuir lo hagan y permitiendo que los recursos lleguen a los más necesitados. Tal como afirma el congresista Brett Guthrie, “este requisito promueve la rendición de cuentas, reduce el fraude y fortalece el sistema para proteger lo que verdaderamente importa”.

Excepciones claras salvaguardan a los grupos vulnerables: personas con discapacidad, embarazadas, cuidadores de niños pequeños y personas mayores. Al priorizar a quienes más requieren atención médica, esta iniciativa se alinea con el principio de eficiencia fiscal impulsado por David M. Walker, excontralor general de EE.UU., al proponer controles más estrictos, auditorías más frecuentes y bloqueo de recursos para estados que abusen del sistema.

En estados piloto como Arkansas, este enfoque ha permitido la transición de miles de beneficiarios hacia empleos estables, promoviendo su desarrollo económico y reduciendo la dependencia gubernamental. La reforma también responde a una realidad: la mayoría de quienes reciben Medicaid ya trabajan o están exentos por causas justificadas, por lo que esta reforma no busca privar a nadie de atención médica, sino fortalecer el carácter del programa.

 

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