La administración Trump mantiene abiertas las líneas de negociación.
Mientras las conversaciones entre Estados Unidos e Irán sobre el futuro del programa nuclear iraní avanzan con lentitud y sin resultados concretos, crece el debate sobre la posibilidad de que Israel opte por una acción militar unilateral. Sin embargo, analistas en seguridad nacional advierten que, sin respaldo estadounidense, un ataque israelí tendría un impacto limitado.
“Solo Estados Unidos tiene la capacidad de retrasar significativamente el programa nuclear iraní”, afirmó Robert Greenway, del conservador Heritage Foundation, pero no lograría desmantelar las instalaciones subterráneas donde se cree que Teherán esconde parte crucial de su infraestructura nuclear.
Oded Ailam, exjefe antiterrorista del Mossad, recuerda que algunos de estos sitios están enterrados a más de 150 metros de profundidad, fuera del alcance de la capacidad armamentística israelí. Solo Estados Unidos posee armas convencionales como la MOAB (“madre de todas las bombas”, por sus siglas en inglés) que podrían penetrar ese tipo de estructuras reforzadas.
Aun así, persiste el temor de que un ataque desencadene una guerra a gran escala. Pero David Aaronson, también del Heritage Foundation, cree que esa suposición es errónea. “En 1981 Israel destruyó un reactor nuclear en Irak y no hubo guerra. En 2007 hizo lo mismo en Siria y tampoco hubo conflicto”, señaló. Según él, un ataque preventivo podría evitar una guerra futura, no provocarla.
Mientras tanto, la administración Trump mantiene abiertas las líneas de negociación. Aunque el presidente ha insinuado que un acuerdo podría estar cerca, las señales desde Teherán son menos optimistas. El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, declaró esta semana que su país está preparado para continuar con o sin un pacto.
No obstante, también se advierte que la falta de entendimiento cultural y lingüístico por parte del equipo negociador estadounidense es una desventaja.
Irán continúa enriqueciendo uranio hasta niveles cercanos al grado armamentístico. Y aunque Israel podría atacar instalaciones petroleras como medida indirecta, el riesgo de una escalada sería considerable. Greenway advierte que un golpe a la industria petrolera iraní podría acelerar la carrera hacia un arma nuclear o desencadenar un ataque masivo con misiles.
Cada día sin un acuerdo permite que el programa nuclear avance. Y si Irán realiza una prueba, el estatus de potencia nuclear cambiaría todo el panorama.



