Rubio logra acuerdo con Panamá para frenar la influencia china

El control del canal ha sido una prioridad para Trump desde su regreso a la Casa Blanca.

El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, ha conseguido lo que la administración Trump buscaba: un compromiso del gobierno panameño para revisar la presencia china en el canal de Panamá. Tras una reunión con el presidente José Raúl Mulino en Ciudad de Panamá, Rubio aseguró que Washington está preparado para “tomar las medidas necesarias” si no se pone freno a lo que considera la creciente influencia de Pekín sobre la estratégica vía interoceánica.

Mulino, por su parte, mantuvo una postura diplomática pero firme. Si bien aceptó revisar acuerdos con empresas chinas y analizar la posibilidad de poner fin anticipado a ciertos contratos, dejó claro que la soberanía de Panamá sobre el canal no está en juego. Aun así, su disposición a evaluar concesiones clave, como la operación de dos puertos administrados por la empresa hongkonesa CK Hutchison Holdings, fue vista como una victoria para EE.UU.

Un canal en la mira de Washington

El control del canal ha sido una prioridad para Trump desde su regreso a la Casa Blanca. Desde el inicio de su segundo mandato, ha expresado su preocupación por la participación china en los puertos cercanos y ha sugerido que Panamá ha violado los acuerdos de neutralidad firmados con EE.UU. en 1977. Incluso ha amenazado con recuperar la vía interoceánica, insinuando que una acción militar no está descartada.

Sin embargo, en su última declaración, Trump matizó su postura. “China está manejando el canal de Panamá. Eso no fue dado a China, fue dado a Panamá—de manera imprudente—pero han violado el acuerdo y vamos a tomarlo de vuelta o algo muy poderoso va a suceder”, dijo a la prensa. No obstante, añadió que no cree que sea necesario enviar tropas.

Un pacto con múltiples beneficios

El acuerdo entre Rubio y Mulino no se limitó a la cuestión del canal. EE.UU. también logró que Panamá ampliara su cooperación en temas migratorios, con la posibilidad de que los vuelos de deportación financiados por Washington se extiendan a migrantes venezolanos, colombianos y ecuatorianos que cruzan la peligrosa selva del Darién rumbo a EE.UU.

Rubio, en su primer gran viaje como secretario de Estado, visitó las esclusas de Miraflores, donde supervisó el tránsito de un buque y recibió un informe de las autoridades del canal. La gira refuerza la estrategia de la administración Trump de recuperar influencia en América Latina, contrarrestar la expansión china y frenar la migración.

China, por su parte, ha rechazado las acusaciones. “Nunca hemos interferido en la operación del canal”, aseguró Mao Ning, portavoz de la Cancillería china, reiterando que Pekín respeta la soberanía panameña.

Mientras tanto, el gobierno de Mulino enfrenta el desafío de equilibrar sus relaciones con Washington y Pekín. Con un canal que sigue siendo pieza clave en la geopolítica global, el acuerdo con EE.UU. podría marcar el inicio de un reajuste en la balanza de poder en Panamá.

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