La reforma recibió respaldo bipartidista y ha sido elogiada por el sector restaurantero por mejorar la contratación y retención de personal.
El presidente Donald Trump firmó el pasado 4 de julio el One Big Beautiful Bill Act, cumpliendo una de sus principales promesas de campaña: eliminar el impuesto federal sobre las propinas. La nueva ley permitirá a millones de trabajadores deducir hasta $25,000 dólares anuales en propinas reportadas entre 2025 y 2028, lo que se traduce en más dinero neto en sus bolsillos.
Esta medida beneficiará especialmente a empleados del sector de restaurantes, servicios de belleza, hotelería y transporte, quienes dependen de las propinas como parte fundamental de sus ingresos. De acuerdo con el Tax Policy Center, un hogar promedio que vive de propinas podría ahorrar hasta $1,800 dólares al año. Por su parte, la Casa Blanca estima que el beneficio por trabajador será de aproximadamente $1,675 dólares anuales.
Durante una visita al restaurante The Chicken House, la congresista Erin Houchin (R-Indiana) conversó con empleados y dueños del negocio sobre los efectos positivos de esta reforma. La mesera Peggy Weir celebró que “por fin alguien está escuchando a los trabajadores”, y agregó: “Es más dinero en el bolsillo. Lo ganamos, deberíamos quedárnoslo. Nos ayuda a pagar deudas, ahorrar y cumplir con los pagos diarios.”
El paquete también extiende beneficios fiscales para salones de belleza y spas, al incluir créditos fiscales por las propinas sujetas a impuestos pagadas por los empleadores bajo la Ley de Contribuciones al Seguro Federal (FICA). A diferencia de versiones anteriores, esta ley no impone un tope a la deducción y excluye a los trabajadores con altos ingresos, concentrando el beneficio en la clase media.
Houchin, quien participó activamente en las negociaciones del proyecto desde tres comités clave de la Cámara, subrayó que esta legislación “responde al clamor de millones de pequeños negocios y trabajadores tras años de políticas fallidas”.
La reforma fue aprobada con apoyo bipartidista y ha sido bien recibida por diversos sectores. La National Restaurant Association señaló que esta medida fomentará la retención de personal y la contratación, dos retos persistentes en el sector desde la pandemia.
Aunque algunos analistas advierten sobre posibles impactos fiscales a largo plazo, el enfoque inmediato del gobierno se centra en el alivio económico tangible que sentirán millones de familias trabajadoras en sus ingresos mensuales.
“Creo que el presidente Trump realmente entiende a la clase media y está comprometido en mejorar su calidad de vida”, concluyó Ron Mattingly, dueño de The Chicken House.



