Trump está cerca de lograr lo que nadie ha conseguido en Gaza

El plan de Trump ha recibido un apoyo global.

En la ciudad egipcia de Sharm el Sheij comenzaron las negociaciones más prometedoras en dos años de conflicto entre Israel y Hamás. Bajo la mediación de Egipto y Catar, ambos bandos participan en conversaciones indirectas centradas en el plan de paz impulsado por el presidente Donald Trump, quien ha urgido a las partes a moverse rápido y aseguró que la primera fase, la liberación de rehenes, podría concretarse esta semana.

El proyecto estadounidense propone un cese inmediato de las hostilidades, la liberación de los 48 rehenes restantes, de los cuales solo 20 estarían vivos, y el intercambio por cientos de prisioneros palestinos. También plantea que Gaza sea administrada por un gobierno tecnocrático independiente, sin participación de Hamás, y deja abierta la posibilidad de avanzar hacia un futuro Estado palestino, una idea que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu sigue rechazando públicamente.

Hamás respondió aceptando parte del plan, al afirmar que está dispuesto a liberar a todos los cautivos israelíes y entregar la gestión de Gaza a una autoridad independiente, siempre que se cumplan ciertas condiciones. Sin embargo, el grupo evitó mencionar el desarme o su salida de la vida política, dos exigencias centrales del acuerdo.

Netanyahu enfrenta fuertes tensiones internas. Los sectores más radicales de su coalición lo acusan de ceder ante la presión de Washington y amenazan con abandonar el gobierno si considera concesiones a Hamás. Analistas israelíes advierten que una ruptura en la coalición podría forzar elecciones anticipadas y poner en riesgo el frágil proceso de paz.

Mientras tanto, el fuego no cesa. El día en que comenzaron las negociaciones, los bombardeos israelíes dejaron al menos diez palestinos muertos en Gaza. Aunque el ejército israelí asegura haber detenido ciertos ataques, insiste en que no existe un alto al fuego formal.

El plan de Trump ha recibido un apoyo global. Líderes de Europa, Medio Oriente y Asia lo califican como una oportunidad histórica para terminar con la guerra. Incluso Irán, tradicional aliado de Hamás, ha expresado una cauta aprobación. Sin embargo, el éxito del plan dependerá de que ambas partes cedan en sus líneas más duras.

Si las conversaciones avanzan, Trump podría lograr lo que durante años pareció imposible: poner fin a una guerra que ha devastado a Gaza, fracturado a Israel y redefinido el tablero político internacional.

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